Infiel a Mi Audi

Una mujer puede parecer caprichosa a simple vista, por la simpleza de los ojos que la analizan. ¿Por qué de repente, sin previo aviso o notificación una mujer dice, se acabó?La mayoría lleva días pensando en la manera de terminar todo nexo afectivo con su hombre. Pero él parece no caer en la cuenta que los cirros cúmulos se aproximan a velocidades vertiginosas. .Ella le mira, le transmite, le provoca, pero él como si nada, como la película que ella vio hace años en aquella sala oscura y vacía del “Americano Impasible” ¡Cuánto me gustas!

Harta de la lenta agonía y declive de la relación comenta mientras se retoca el carmín de los labios, tengo una affaire con tu nuevo jefe. El continúa al volante de su Toyota, sin dirigirle la mirada, concentrado en si llegaran a tiempo a casa para ver la final de tenis. ¿Porqué las mujeres tienen esa necesidad imperiosa de ser el centro del Universo? ¿Por qué esa necesidad del diálogo, ante la tranquilidad del silencio? ¿Es que su cerebro no puede pensar en silencio o meditar como hacemos los demás seres humanos?¿Es imperiosamente necesario , hasta diría yo infame que verbalicen las ideas galopantes que recorren sus cerebros? Los científicos debaten en la última década insistentemente sobre las diferentes formas de procesar mentalmente que hay entre hombres y mujeres. La razón, quizás el intento de diseccionar todas las relaciones humanas, olvidando que la ciencia trabaja con un método poco fiable cuando de relaciones, emociones, sensaciones se trata. Qué está sucediendo, que las mujeres han pasado a manos del poder-saber, y ellas, al haberse percatado, sabiamente vienen y van alejándose así del vértice de la espiral.Preguntados neurocirujanos sobre el tema concordaron en lo siguiente: ¿Y qué ocurre con la inteligencia? Se ha dicho que los hombres tienen más desarrollado el hemisferio izquierdo, es decir, el cerebro racional, y las mujeres el área del lenguaje y el hemisferio derecho, que es el que controla la vida emocional. “De eso se ha extraído que las mujeres son más lábiles e impredecibles, lo que ha tenido consecuencias clínicas, como una mayor prescripción de ansiolíticos a las mujeres”, sostuvo uno de los doctores. En todo caso, ahora se sabe que hay más inteligencias que la meramente racional e incluso se habla de la importancia que tiene la inteligencia emocional. Luego todo sigue siendo relativo. “Aunque existen diferencias cerebrales, ninguna de ellas justifica las acciones que en su nombre se toman”.

Saben ustedes que unos genios de la estadística, esa ciencia matemática tan poco fiable, casi comparable a las mentiras, nos despierta en una mañana cálida de primavera, diciendo que una encuesta hecha en Alemania nos revela que los hombres infieles conducen Porsche. Caramba ya les gustaría a la mayoría de los infieles que acuden a moteles y aparcamientos solitarios de playas el poder manejar un Cayenne. La misma muestra continúa afirmando que las mujeres infieles se decantan por los Audis. Seguro, yo conozco más de una que pecaría sólo por tener un Q7. Bueno y hasta se animarían con un trío sexual si con ello fuesen merecedoras de su tan anhelado vehículo. Yo, que pertenezco a la franja de edad en la que se hizo el muestreo, he decidido tras esta reveladora lectura vender mi coche para que no me descubran. Lo siento mucho que con ello contribuya a caer las ventas de las antes mencionadas marcas. Optaré, eso sí, por un modelo casi desconocido en el mercado español, para que los estadistas no puedan comunicarle a mi pareja en una cálida mañana de otoño que le soy infiel. Mientras tanto continuo seduciendo, como dice el reportaje, con mi antiguo vehículo y sólo les diré que seguiré disfrutando al igual que espero que ustedes lo hagan. Lo mejor de la vida ya ha sido muchas veces sugerido.

Hoy sólo haré una recomendación musical, lo otro lo dejaremos para mañana: “Como hacer el amor en un SIMCA 1000”
Besos Infieles.