miércoles, 30 de enero de 2008

La Ejecutiva Agresiva

Bailaba frenética,cerca, cada vez más cerca, arrugaba con las dos manos su minifalda jugando con el ritmo de la música y las sombras, jugando conmigo.
Me sacó de la mano de la pista, de ese submundo que compartíamos toda una legión de vampiros con gafas de sol, serían las nueve de la mañana, estaba embrujado por el juego de luces que se dibujaba en el negro de sus medias, tendría unos 8 años más que yo. La seguí al parking, abrió un descapotable rojo, y me invitó a subir, me llevó a su casa en silencio, con la capota bajada, con el radio cassete escupiendo a todo volumen mezclas de sonidos prefabricados, aquél sonido industrial que nos sumía en la catarsis colectiva fin de semana tras fin de semana, el ruido del éxtasis .

Empezamos a quitarnos la ropa en el ascensor, desabrochándonos los botones de manera torpe, me empujó contra la puerta, mientras me besaba con su mano izquierda empezó a juntar nuestras pelvis y con su mano derecha giró la llave en el bombín, casi nos caemos al ceder el pasador.

Me empujó hasta el cuarto, me dijo que me tumbara boca abajo en la cama deshecha, sonó más a orden que sugerencia, me acabó de desnudar, con su cuerpo impedía que me diera la vuelta, recuerdo perfectamente su voz “Perro, ¿te gusta el bondage?” Bondage, era la primera vez que oía esa palabra, bondage Camembert Gruyere me sonó a lácteo francés, efectos de los excesos de la noche tal vez pero empecé a vernos bañados en mermelada de fresa y queso fresco en el cuerpo mientras nos devorábamos.

Apenas hube dicho “me encanta” cuando sentí la venda en mis ojos, la anudó firmemente “y a mí”, me gustó la sensación, me dejé llevar ; con firmeza puso mis manos en el cabezal de la cama, quedé confuso un segundo y oí 2 clicks casi simultáneos mientras sentía la presión en mis muñecas, inmediatamente sentí el tacto metálico de las esposas buscando clavarse en mi carne, mis pies se buscaron por efecto del nudo corredizo que los aprisionó, En cuanto abrí la boca recibí el no deseado regalo de su tanga negro de encaje arrugado. Me insultaba, aquello había cambiado de sueño a pesadilla demasiado rápido , reía, gritaba “ eres mío esclavo”, el miedo me mantenía tenso hasta el límite, la venda se humedeció de lágrimas, era consciente de que estaba totalmente a su merced, me preguntaba porqué tenía esa especial habilidad para tropezarme con locas, no sé que se habría tomado esa noche pero no se le ocurrió otra cosa mejor que depilarme el culo , casi me desmayo con la cera, ojalá lo hubiera hecho antes de que empezará a arrancar las tiras sin piedad, luego salió de la habitación riendo pensé que se había a maquinar otra forma de humillarme pero lo cierto es que se iba a dormir, ya casi ni me importaba, estaba seguro que no saldría de allí.

Volvió transformada , no sé cuanto tiempo pasó, me liberó riendo y me dio mi ropa,
_Ha sido divertido, otro día seguiremos jugando

Salí todo lo rápido que me permitieron mis piernas entumecidas maldiciendo mi suerte, en un tiempo el escozor remitió y archivé el episodio durante 10 años; hasta la semana pasada, parte de mi trabajo de outsorcing consiste en acompañar a los comerciales para diseñar las redes informáticas de los clientes, una conocida multinacional iba a abrir una sucursal en nuestra ciudad, fuimos de noche a la oficina semivacía de un moderno edificio a medio terminar, solo una pesada mesa metálica y tres sillas en el centro y un montón de paquetes por desembalar.


_Disculpad el horario, aquí aún no tenemos ni teléfono y sólo podemos venir al salir de trabajar
no la reconocí hasta que habló, no lo podía creer, mi corbata y mi traje barato eran un disfraz perfecto, estaba seguro de que ella no me reconocía, yo no abría la boca, sólo asentía a todo lo que el comercial me preguntaba buscando la aseveración de un experto.

Me las arreglé para convencer al comercial de que debíamos volver a hablar con ella, para concretar más los ordenadores necesarios y las características del servidor, no, como es a deshoras ya iré yo solo , tu ya no pintas nada, vete a casa hombre.

Estaba concentrada delante de una pila de papeles, no se levantó al llegar yo, mejor, dejé mi portátil en el suelo y me agaché para sacarlo; salió tal como lo había ensayado, con la mano izquierda barrí de encima de la mesa su teléfono móvil mientras con la derecha sacaba las esposas de la bolsa y unía en santo matrimonio su tobillo a la pata de la mesa, di un paso atrás, y mientras me desanudaba la corbata , dije sin pensar “ ¿Te gusta el bondage?”, fue la primera de una larga serie de visitas a deshoras a aquella oficina.

Besos Encadenados

domingo, 20 de enero de 2008

El Hombre que las Prefería Mudas


Todos y todas tenemos nuestra rareza particular, todos rompemos alguna estadística, unos más que otros, si conocemos a alguien que nos parece totalmente normal es que no lo conocemos lo suficiente, de hecho la normalidad absoluta es en sí misma una rareza dado el escasísimo número de elementos que habitan tal conjunto, pero es que lo de XX era de juzgado de guardia, ahora ,visto con cierta distancia, la cosa tiene su gracia, pero lo cierto es que llegó a ser una considerable fuente de estrés.

XX era uno entre un millón ¿su particularidad? , no soportaba el escándalo, pensaréis que no es tan raro, mucha gente no soporta el runrun de un programa del corazón por ejemplo, o el volumen de una discoteca, o las obras justo debajo de tu ventana: sí , de acuerdo, pero es que no eran este tipo de follones los que eran superiores a sus fuerzas, era uno en particular y sólo uno, sí, lo adivinaste; era el inconfundible jaleo que sólo una mujer es capaz de producir, ése mismo que es música celestial para todos los varones, bueno para todos menos para él claro ; llegó a convertirse en una obsesión; puso fibra de vidrio en las paredes, un día lo sorprendí engrasando los muelles del somier con tres en uno, cambió la cama por un tatami sobre una base de corcho, el cabezal de hierro forjado ese que tanto sonaba, acabó en la basura, instaló un equipo de home cinema en la habitación..., claro así no había forma de concentrarse en lo que se estaba haciendo para conseguir dejarse llevar, (curiosa y cierta paradoja) con la presión añadida del mantener el nivel de guirigay en el de una catedral gótica, algunas veces me veía sorprendida con la palma de su mano en la boca, lo que causaba el efecto contrario al retirarla, pues salía todo el aire comprimido de golpe, al estilo de un grito-explosión... resultaba frustrante porque claro, si estamos a lo que estamos, no vamos a estar pendientes de los decibelios del casquete, pues algo tan simple no fui capaz de hacérselo entender,

Perdí la cuenta de las veces que contesté “Los vecinos si quieren que aplaudan, ni que esto fuera una comunidad de cartujos descalzos”, pero nada, hubiera sido más fácil talar un roble a besos; en fin ; decidí que había llegado el momento de gritar al mundo y abandonar los silencios forzados cuando me propuso mudarnos a un estudio de grabación subterráneo en pleno centro,
recordad ; los pulmones se llenan de aire justamente para poder chillar más fuerte.

Besos Sonoros

domingo, 13 de enero de 2008

Y mi mamá también............


Y MI MAMÁ TAMBIÉN……….

Me siento sola. Impotente se quedaría corto. Recostada a medianoche en la tumbona del jardín, veo pasar las imágenes del día, de la semana, del mes. Todo igual, sin noticias, sin movimiento. Vivir sin vivir en mí,¡Qué ascética! parezco Santa Teresa. Si por lo menos levitara y llegase al clímax .Nebulosas de sucesos no acontecidos. Brumas de visiones acaecidas. Nieblas de miradas esquivadas. No podía dormir. Mis pasos se encaminaron al jardín, y así habité entre las flores noctámbulas pensando en ti. Extenuada por la pesadumbre me desvanecí sobre la tumbona. Todas las últimas historias de caricias y mimos se archivaron en la sección de necrológicas. Escanee algún rastro en mi piel. Analice todos los ángulos ocultos de mi intimidad. En ninguno te encontré. Sí, tus caricias habían huido cual fugitivos nocturnos. Sí, tus besos habían desertado cual prófugos retraídos. Sí, tus palabras habían traicionado la semántica de nuestra historia. Sí, tus abrazos habían delatado la presencia de otra mujer. ¿Qué coño hacía yo, allí, de madrugada, semidesnuda como de costumbre, en el jardín?
¡Seré tonta!.

Y de repente la risa me sacudió. Siempre he tenido una naturaleza versátil, y una gran destreza para pasar del sollozo a la carcajada, en décimas de segundo. Mi lema siempre ha sido la búsqueda de varias alternativas. Tenía más opciones que desangrarme sentimentalmente a medianoche en el jardín y ligerita de ropa. Tenía la nevera, tenía el televisor, un buen baño,………y en éstas estaba cuando oí sonar el teléfono. Era mi madre. Mal augurio, a aquellas horas que desearía mi madre de mí. Me preguntó que hacía, ganas me dieron de decirle que estaba en plena masturbación, pero le conteste que cocinando pasta para el día siguiente, no se lo creyó y me preguntó si estaba bien.


Decididamente lo tengo resuelto. Me introduzco. Me vuelvo de costado, no quiero observarme en el espejo. Suavizo y matizo la luz halógena, hasta que mi figura es una sombra. Hago subir con el termostato la temperatura. Comienzo por las partes inferiores. Las partículas surcan el rojo de mis uñas. Subo, deslizo el agua entre mis rodillas. La dejo caer. Son canales de humedad. Sigo subiendo, lentamente, curvo la dirección, evitando la pelvis. La cadera me lo agradece. Alrededor de ella, dibujo círculos concéntricos, trepo por la cuenca de la espalda hasta alcanzar la cerviz, mientras mi mano juguetona quiere experimentar. Comprimo entonces mis senos con la mano libre. El agua alcanza su temperatura natural, se enmaraña ya con mi calor. Mi cuello gira y gira gradualmente al compás moderado de mis muslos. Las eses de mi cuerpo tintinean sibilinamente con el roce de las partículas de agua. La erección de mis pechos obstaculiza la huída del flujo acuífero. Entreabro una pequeña esclusa para dejar pasar el regato en dirección a mi oquedad. Es el principio del fin. Es la noche de los tiempos. Persigo el regato con el manantial. Bajo salpicando las orillas. Y me concentro en la gruta. La presión liquida aumenta el riego. La temperatura alcanza su cuota. Gimo, y me atraganto palabras sin destinatario. Aúllo, y confundo los sonidos. La incipiente promesa de placer ya está aquí. El placer me hace palidecer. Las corrientes eléctricas que reconozco como emisarios del ascenso y de la llegada, han comenzado a sacudirme espasmódicamente. Estoy a punto de……………..

_ ¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!

_ ¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!

_ ¡ Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…………….ah, oh, ah, oh ¡

- Hija, ¿Qué haces?

_ Mamá, no te lo vas a creer, me masturbo.

- Bueno yo sólo llamaba para saber si comerás lasaña o ravioles, mañana.


Lo más IN esta semana en la ciudad es un poco fuerte. Cómprate unas esposas, llévate a tu chico a un motel. Y durante unas cuantas horas olvida tu Rebeldía, déjate esposar y hazle un buen regalo. Disfrutar juntos esa nueva sensación. Y por favor ya me contareis……

viernes, 11 de enero de 2008

Los Duendes


De niño me gustaba imaginarme historias sobre la gente que veía por la calle, era como ir al cine, improvisaba tan rápido que yo mismo no sabía por donde iba a ir la trama, luego esta extraña costumbre la apliqué también a las vallas publicitarias, si el o la modelo me llamaban la atención por cualquier motivo la valla sufría una extraña metamorfosis en una pantalla de cine de la que yo era el único espectador del estreno.
Navegando por internet descubrí esta foto tan curiosa y esto es lo que se me ocurrió:


¡Vaya la luz está encendida, qué cabeza la mía!..., recuerdo que pensé eso , fue el lunes al llegar a casa por la noche , justo ahora hace un milenio , cuando aún la vida era normal, si es que hay alguna vida normal, por la mañana lo había olvidado, después de todo tampoco es tan grave ni tan raro dejarse la luz encendida, y más en lunes a las siete de la mañana.

El martes cuando bajé del coche y miré a mi ventana no podía creerlo, esta vez tenía perfectamente nítida en mi cabeza la imagen de mi mano accionando el interruptor, pero era mi ventana, la luz que se destacaba en la fachada provenía de mi ventana sin la menor sombra de duda, evidentemente había alguien en mi casa, el ascensor me elevó lívido hasta mi rellano, la cerradura estaba pasada, giré lentamente la llave conteniendo la respiración, abrí la puerta con un ligero temblor y entré, no había nadie, sólo mi ausencia, me preparé un vaso de leche caliente con miel y me di una ducha, siempre me ha ayudado a pensar con claridad, a usar mi oxidada mente de científico, bien pensemos en las posibilidades, saqué mi pilot y empecé a considerarlas, a pesar de ser una persona cien por cien racional debo admitir que el aire me parecía más denso, entendí perfectamente el significado de la frase “sentirse observado”, sabiendo que era sólo mi mente la que enviaba información a mis sentidos y no a la inversa, me centré en lo que escribía

Alguien tenía la llave de mi casa y había entrado estos dos días, pero estaba todo exactamente igual, exploré cada rincón en busca de algún detalle, algo diferente , pero nada, sólo el maldito interruptor, sin embargo ésto tenía que ser , me obligué a escribir las otras posibilidades simplemente para tacharlas y sentirme mejor.

Me estoy volviendo loco o amnésico o ambas cosas.

Mi casa esta construida sobre un cementerio indio


Bueno me puse a pensar en quién podía tener la llave, la posibilidad de una ex realizando un jueguecito a caballo entre la broma de mal gusto y una venganza de folletín barato era la más plausible, claro que no es el estilo de ninguna y tampoco hay tantas pero ¿Se llega a conocer realmente alguna vez a alguien?, pues nada, solución fácil mañana no voy a trabajar con cualquier excusa, llamo a un cerrajero de urgencia y asunto concluido, dormí como un bendito, el miércoles fue un día realmente relajado me proporcionaban una sensación de bienestar adicional la novedosa compañía blindada de mi nueva cerradura y el viento gélido de la calle besando las ventanas.

El jueves fue un día extraño , sólo tenía la cabeza puesta en volver a casa ,miraba el reloj cada cinco minutos, conduje de regreso a toda velocidad, como si estuviera a los mandos de un videojuego, apenas entré por mi calle empecé a mirar hacia mi ventana, respiré hondo, la luz estaba apagada, llamé sonriente al ascensor, pulsé mi piso, hacía mucho tiempo que no me sentía tan relajado, giré la llave. No lo oí hasta que cerré la puerta, el rumor inconfundible del agua corriendo, el cuarto de baño, el vaho se filtraba por debajo de la puerta, debía llevar horas saliendo el agua caliente, fue como si me noquearan de un directo a la mandíbula sólo para caer sobre un resorte que me ponía en pie de nuevo, no era descartable que alguien entrara en mi casa cuando yo no estaba, pero la teoría de que era yo el responsable ahora había subido considerablemente enteros, pasé la noche en vela. Sé que no estoy loco, es imposible que nadie acceda a las ventanas de un piso 14 así que me centré en la puerta, en pensar en algún método de asegurarme si se había abierto en mi ausencia, algo con pelos, como hacen las adolescentes histéricas con sus diarios, con marcas de rotulador con un papelito en el quicio, finalmente me decidí por los más simple, dejé la marca de mis dientes en un trocito de chicle de menta y lo ajusté entre la hoja y el marco, cerca de una bisagra, con sumo cuidado, si la bisagra se movía forzosamente dejaría marca en el chicle, además es imposible devolverlo a su estado original con la marca dental.

No ha habido viernes, dominado por la contradicción entre desear que el tiempo sea un bólido y la angustia de no querer volver a casa, el día al fin pasa, conduzco como un zombie, llego miro la ventana, la luz está apagada, llamo al ascensor, subo, miro el chicle, está en su sitio, lo quito, son mis dientes, acerco la oreja a la puerta, no se oye nada, absolutamente nada, un placentero silencio, un bendito silencio, abro la puerta, todo normal, examino la casa con satisfacción creciente, la cocina, el cuarto, el aseo, el comedor, la estantería... un momento, la estantería, miro la estantería, mis libros, están cambiados, yo no los dejé así, no recuerdo exactamente como estaban colocados pero no es esa la imagen mental, hay algo que no cuadra seguro, leo de izquierda a derecha los títulos y noto mi sangre congelarse y licuarse a la vez, no puede ser casual...


Nacido en viernes
Ocho
El Médico
Sin Novedad en el Frente
Tiempo de Silencio
Alexandros el Hijo del Sueño
Salamandra
Sin Noticias de Gurb
Once minutos
La Conjura de los Necios
Otelo

viernes, 4 de enero de 2008

Las Mujeres Invisibles


Tenían muchas más bolsas que manos, se podían adivinar las marcas que los plásticos iban dejando en los dedos según el suelo buscaba besar su contenido por la ineludible Ley de la Gravitación, las yemas amoratadas por la falta de circulación sanguínea y el frío y la lluvia.
Caminaban por el lado derecho de la calzada una detrás de la otra con el cuerpo inclinado hacia delante para afrontar la cuesta que describe la carretera al cruzarse con las vías del tren, la niebla salía de entre los naranjos a la altura de las rodillas para torturarlas con su caricia gélida.
Frené a su lado, puse los cuatro intermitentes y les hice una seña invitándolas a subir, algunas carreteras locales no tienen bifurcaciones así que era evidente que compartían destino con todos los coches que por allí circulábamos, me dieron las gracias en un horrible castellano y con cara de asombro pero sonriendo subieron las dos al asiento de atrás, lo encontré raro que se asombraran, no podía explicarles que para mí lo raro era no parar y llevarlas con la que estaba cayendo, les dije que hicieran autostop a lo que contestaron “nadie parar”, al bajar la cuesta de las vías vi al resto, formaban una especie de Santa Compaña femenina en viernes por la mañana, debía haber unas treinta, todas con sus bolsas de plástico, todas invisibles, todas en fila india por el lado incorrecto del asfalto para circular a pie, lamenté no poder llevarlas a todas, me dijeron que venían de “Banesto”, la deducción de lo que había sido su mañana era muy fácil, y el cálculo mental también, entre ida y vuelta unos 14 Km a pie a escasos 5 grados centígrados, la mitad del viaje cargadas, “No autobús”, “sí no autobús”, pensé que sí que hay autobús entre la playa y el pueblo, pero sólo en verano, lo pone el ayuntamiento y además es gratis pero vosotras no votáis aquí, así que es como si no existierais, me alegré de no saber su idioma y no tener que explicarles eso, sentí un poco de vergüenza. En pocos minutos las dejé al lado de su casa y bajaron del coche dándome otra vez las gracias a dúo mientras les decía adiós con la mano y de nada con la voz.

Me pregunto qué mundo estamos construyendo si lo extraño es no tener miedo de los que te puedan hacer dos mujeres ateridas y empapadas , cargadas con bolsas de supermercado y frenar, lo rápido que hemos olvidado que hace menos de una generación la gente de aquí era la que emigraba, que eran nuestros padres y abuelos los invisibles.
Besos en Technicolor, bien visibles

jueves, 3 de enero de 2008

¿Dónde y Con quién ?




¿DÓNDE Y CON QUIÉN?

El mayor defecto de los hombres es el creer que están en posesión de la sabiduría. No quiero ser mordaz. Así se pasan el día dando consejos sin que nadie se los pida. Ser mujer a lo largo de una jornada en la que convivas con hombres es como unas maniobras de supervivencia. Desde por la mañana, en el desayuno, el primer hombre de mi vida, me clava; No irás así a trabajar, y yo sorprendida, y no sé muy bien si por su actitud o por preguntarme que es lo que le sucede a mi atuendo. En el garaje el portero me recomienda que no debiera salir con las ruedas tan desinfladas, claro, como que hoy a la gasolinera a darle aire. Llego al trabajo y el conserje me insinúa si hace las fotocopias, pues no, yo puedo manejar la fotocopiadora, hasta ahí podíamos llegar. Me llama mi jefe, crees que podrías acabar esto para mañana, bueno, me voy a tomar café, suena el teléfono, es mi exmarido, que si esa marca de coche que he elegido para reemplazar al viejo, no es acertada, (me gustaría a mí decirle lo que no es acertado, pero tengo a media plantilla laboral, mirando mis muecas). Se ha comprado una revista de coches, pues yo la compré la semana pasada. ¿Qué me compré un BMW?¡ Será hortera el hombre!

Un jovenzuelo de 17 años intenta aconsejarme sobre mi mp3. Para eso ya tengo sobrinos, guapito de cara. Vuelvo por la autopista a casa. Llevo haciendo el mismo trayecto 10 años y todavía tengo que oír los mismos comentarios en el peaje, Dios dame fuerzas. Menos mal que hoy como sola en casa. Mi república independiente, como dice un slogan de una cadena sueca. Me llama un exnovio, que no, que ya sé yo lo que tengo que hacer, que te lo agradezco, pero no. Después me llama un amigo M., que es buena idea lo de irme al sur una semana, que me vaya, pero caramba que manía si ya se yo que me puedo ir, y ya veré yo cuando me quiero ir. El teléfono otra vez será mi novio,…. que me mueves los fondos de pensiones a una cuenta, pero que no , que vale, que vale, ¡pero si yo no tengo dinero!.¡ Uf colgué! Me voy a duchar y a dormir. Otra vez suena el telef. El asesor financiero de mi club deportivo, que cuando me viene bien pasar a firmar las acciones que suscribí, pero si yo no suscribí ninguna acción, el chico no quería ser vencido por una simple voz femenina. Bueno, sería su esposo entonces. Ja, ja, ja, ja, ja, a., pero se está riendo de mí, pues, como que si, perdone usted, pero yo soy Single. ¡Cómo! Si soltera, ja,ja,ja. ¡My God !
Ya estoy en cama. Por primera vez, me asalta la idea de desconectar el móvil. No
,¿ Y si Mr. Big, llama a las tres de la madrugada para dormir conmigo y mi móvil está desconectado o fuera de cobertura ? Ves dice mi amiga Amanda, como no son tan listos, ni tan sabios. Si, la miró congestionada por el resfriado que me invade, se perderían un buen curso de sexo…... ¡Cómo eres ¡¡ Siempre pensando en lo mismo !, pues no pienso en diferentes posturas, diferentes lugares, diferentes situaciones, pero eso si, siempre con Mr. Big.
_ ¡Estás loquita ¡
_ ¡Si Amanda, pero por él! No sabes lo revolucionario, rebelde, guerrillero, trasgresor, erótico, y sublime que puede ser hacerlo con él.
_ ¿Pero tú no eres la chica más cosmopolita de la Ciudad?
_Y no te parece cosmopolita, moderno, cool, innovador, fashion, hasta orgásmico.
No pronuncies esa palabra que me he quedado sin baterías para mi vibrador. Amanda, se me ocurre una idea, baja a tu vecina, y pídele unas pilas para tu vibrador, lleva la Leica y fotografíala.
_ ¡Vuelves a tu locura aleatoria!
_Bueno, se una chica conservadora, de esas que conocemos, y vete al OpenCor, a por ellas.
_ Se me vuelve a ocurrir algo mejor………….Amanda ¿estás ahí?
_ Siiiiiiiiiiiiiiiiiii
_ ¿Por qué no nos masturbamos por teléfono, yo empiezo una historia y tú la continuas, luego sigo yo, y así jugamos a ver quien es la primera que se corre?
_ Definitivamente, ¿te internamos en la sanidad pública o prefieres la privada?
_ Si gano, me prestas tú vestido marfil Chanel, con las perlitas esas australianas, ¿vale?
_ Y si gano, dijo Amanda.
_ Si ganas te enseño hacer una buena mamada…….
_ Empiezas…….

Doce de la noche, hora bruja. castellana camino del distrito centro de la Ciudad. Me empieza a poner la mano en la pierna. Jugueteo al ritmo de la música mientras, le miró soslayo y humedezco mi boca. El morbo comienza. Busca una abertura lateral. Suavemente retira mi telita. Las luces comienzan a titilar, mientras una ligera humedad se apodera del ambiente. Mientras su mano derecha trabaja, la izquierda intenta mantener mis piernas separadas. La chica de la adjetivación terminada en – Al, dispara al cerebro ordenes, mental, cerebral, superficial, central, cabal, todo menos esa. ¡Ya!, quiero ya. La introducción está a punto de culminar, y…………….
_ PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
- MUJER TENÍAS QUE SER.
Sin aviso previo, el conductor del coche delantero intenta bajarme: pero que hace ese chico con la cabeza entre tus piernas.
_ Bueno yo, es que yo. Ja, jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
_ Te digo la verdad no ha sido culpa mía, tú has frenado de golpe, y mis mulés se dispararon del freno.
_ ¿Te estás quedando conmigo guapita? Y tú que, ¿sigues conmocionado por el golpe o es tu coffee-time?
_ Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa,
_ Amanda ¿Sigues ahí?
_Mira que eres lista, perversa, y astuta, querías que ganará yo, por eso me has matado de la risa, pero no se el porqué.
_ Amanda porque necesitas un curso acelerado de sexo compartido, y yo que te quiero mucho mañana te cuelgo en el magazín la primera entrega. No puedes seguir teniendo sexo en solitario. Así que mañana mismo, te envío mi primera lección de Sexo en la Cuidad. Lección: ¡Como chupar bien un pene! Y más sinceridad hoy, tu vestido, mucho Chanel, mucho Chanel, pero es horrendo. Sólo es para que te sientas halagada.
_ Niña bonita, mira que eres inteligente.
_ Yo,…… ¡pero si en el cole no llegue a 123!
_ Niña bonita, tu inteligencia emocional.





Por qué los hombres no escuchan? Son incapaces. Ellos solo actúan. Llamas a un hombre, le cuentas algo, y hala te lo soluciona. Pero si sólo quería hablar, o sólo quería que me escuchases. La inmensa mayoría de las veces las mujeres necesitamos sólo verbalizar lo que pensamos o sentimos. ¡Que alguien nos escuche! ¡Sorry!. No queremos soluciones, y menos las soluciones que nosotros ya conocemos. No es que los hombres sean perfectos, es que se creen perfectos. No es que los hombres sean superiores, es que se creen superiores. Tendrán una nueva hormona aún por descubrir que les reafirma por las mañanas la Autoestima. Yo personalmente prefería la época en que les reafirmaba su potencia sexual. Los tiempos están cambiando amigas mías. ¿Y vosotras que preferís?



Lo más IN EN LA CIUDAD: miles de chicos pasean con un papelito y un lápiz. No son poetas, eso pensé yo al principio. La nueva terapia contra una adicción. Tienen que apuntar la hora, el lugar, y el número de pitillos que se fuman.