sábado, 10 de noviembre de 2007

Tomber Amoureux (II)





Llevo días desconsolada y hoy me he percatado del motivo, hace muchas semanas que no troto. Mis ideas afloran cuando mis Niké besan los pavimentos de la Ciudad.

La suave brisa que envuelve y empapela las últimas horas del día y las primeras de la noche objetivan en un feed-back los momentos oídos, vividos, y escuchados.

Intento ojear el Vogue , redimiéndome de los excesos cometidos en los dos últimos días. Y mientras vagabundeo por el gran lujo de la publicidad, me rió.

Al final Betty me dio la razón. Sus teorías trasnochadas y ancladas en el siglo pasado sobre las relaciones entre hombres y mujeres se derrumbaron al igual que la pasión amorosa de jóvenes treintañeros ante una Wii. Por experiencia, ante una posible noche ardiente y pasional, esconder la Wii a buen recaudo, sino queréis amigas mías acabar con Rabbit entre vuestros muslos.

- Hello Livia.
- Hello darling.
- Necesito un pequeño favor……….
- Tu amiguito se ha vuelto a quedar sin pilas, ¿ a que sí ?
- No, hay un deportista Neozelandés cuyo visado ha caducado, necesito casarlo urgentemente.
- ¿What ?Menos mal que el favorcillo era mínimo, ínfimo, minúsculo, insignificante, inapreciable, ¿quieres que siga con mi dominio de la Lengua Española y te deje perpleja darling?
- No te lo pediría sino no fuese vital.
- Tendrás que tirar de tu guía telefónica, sabes perfectamente, que yo tengo fobia a las bodas.

Un científico afirmaba esta semana que las mujeres éramos incapaces de llegar al orgasmo cuando teníamos preocupaciones.Intentaré desconectar y volver a la cama a intentarlo.¡Dios mío , de nuevo vuelve a sonar el teléfono !Pero esta vez no era la insistente darling, sino una amiga , que entre llantos intentaba explicarme que ella sólo quería pasar un buen rato de sexo sin complicaciones.Ya eramos dos. Su “Sólo Sexo”, la había hecho llorar, le estaba complicando su existencia apacible en las últimas semanas. Ya no se entendían. El llamaba y ella no podía, al día siguiente, ella quería y el no aceptaba. Y entre lágrima y lágrima me preguntaba: ¿Por qué es tan difícil tener sexo?
Como explicarle que la pregunta debería ser: ¿Por qué es tan difícil tener buen sexo?

Hoy no podré, recuerdo que tengo que volver a mi cruzada hostil contra el infiel, (graciosos los valores polisémicos del término) que espera enarbolado el deslizamiento de mi cuerpo en el campo de batalla.

Definitivamente he caído la primera, y aunque valerosamente he vuelto a intentarlo, siempre he muerto a sus manos. Definitivamente llamaré al científico para decirle que conmigo la teoría falla. ¿Tendré cerebro masculino ? o mi estado será: ……………

Tombeur amoreux.


Besos desconcertados.

P.D. : Mi adversario me susurra dulcemente la respuesta, a la segunda de las preguntas, porque mi móvil no deja de sonar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajjaja

Definitivamente me encanta tu blog! Ha sido un descubrimiento genial, maravilloso, en serio. Ohhh qué bien :)