lunes, 26 de noviembre de 2007

No Existo Cuando no me Ves



No,
no hay terapia conocida,
este contagio no tiene cura,
no hay remedio químico,
ni diagnóstico posible,
para esta extraña enfermedad crónica,
que embota mis sentidos cuando no me ves,
que me induce en un profundo coma,
y se divierte fragmentando mi sangre,
en pequeños coágulos de recuerdo,
mi corazón cambia su ritmo,
como el tambor de una galera de condenados,
no,
no tiene cura,
ni brujo ni doctor reconoció estos síntomas,
que afloran sólo en tu ausencia,
sólo cuando no me ves,
no existo cuando no me ves,
y cada día vuelves y dulcemente me ordenas,
levántate y anda,
entre susurros me abrazas,
y al contacto ácido y cálido de tu piel,
siento la descarga circular por mis venas,
y se funde la capa de hielo y mármol,
y amanezco de nuevo a la vida,
a este mundo que inventamos juntos,
a este mundo que tú creaste para los dos.

...




Para M., que lo improvisó en la distancia...

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