viernes, 2 de noviembre de 2007

Mi Enfermero

La foto dedicada a mi doctora preferida que también le pone, y para mis B.yM.



La mayoría de las existencias transcurren con la monotonía de los patrones establecidos. Pero la mía no. En mi caso, la realidad siempre supera la ficción. Es una vida de película, con feed-back incluido en la que mi personaje ha sido trazado por el guionista, y en la que yo simplemente me dedico a interpretar, eso sí, magistralmente.
La mayoría de las veces no soy mala, sino un poco traviesilla, y en todas ellas, el escritor es el que dirige mis designios. Soy como me han dibujado, decía la guapa de Roger Rabbit.
Mi problema se ocasiona al colisionar con las vidas ajenas. Vidas diseñadas, programadas y ejecutadas a priori, según las normas legalmente establecidas, cuando de la nada, sublime, aparezco yo, como salida de una película en blanco y negro. La Star, de vida tendenciosa, y fashion.


Martes. Me despierto. Los dolores han remitido. Allí, alto, guapísimo, sonriente está él con su bata blanca. Caramba, la estadística se va aliar por una vez conmigo. El sueño de cualquier mujer hecho realidad para mí solita. Un sexy enfermero en mi habitación y solo para mí. Instintivamente intento tapar mi desnudez.¿Cómo que me tienes que lavar ?¿Cómo que me de la vuelta ?Mis amigas no se lo van a creer. Necesito llamarlas, mejor hacerle una foto y enviarla a mi guía telefónica.
Coqueteamos verbalmente. El blanco y aséptico colorido dibuja el morbo. Las posibilidades son múltiples y cinematográficas. Mientras me toma la temperatura, que asciende imparable, mientras acerca su mano a mi pecho para introducir el termómetro, ( Dios mío que ideas se me ocurren), imagino lo increíble que parece la situación. Mis constantes fluctúan, mi tensión se hiperactiva. Pienso si será consciente de mi estado de excitación.

- Soy tu nuevo enfermero.
- ¡Ah!
- Sólo tienes que llamar al timbre y vendré solicito
- ¡Ah!
- ¿Te encuentras bien?
- ¡Ah!

En cuanto Betty entra por la puerta chismorreo con ella lo acontecido. La pongo al corriente de las medidas del joven.

- Pero recuerda que la doctora te dijo que descanso absoluto
- Pero si yo no pienso hacerle nada, sólo dejarme hacer.
- Me escandalizas.
- Jugaré con él a la muertita.(Bueno , nunca mejor dicho )
- ¿A la muertita?
- Sí, yo aquí yaciendo, inmutable, impávida, y el enfermero me tiene que conseguir sacar algún sonido. Si grito, gana, sino tiene que volver a intentarlo.
- ¿Y cuántos puedes llegar a tener?
- Depende gritando diez, sin gritar cinco.
- Livia, yo eso sólo lo vi en el cine.

Mientras manteníamos la conversación llegó Marcus del aeropuerto. La alegría fue inmensa. Se excusó atropelladamente por el retraso y le pusimos al corriente. Se alegró que a pesar de la gravedad siguiese siendo la misma. Y el hospital fuese tan morboso y fashion como cualquier otro. Nos reíamos cómplicemente, cuando él volvió a entrar. Todos nos miramos, pero él sólo me miró a mí. Se acercó a la silla en la que me hallaba y pregunto con una sexy sonrisa:

- ¿Necesitas ayuda?, ¿Deseas alguna cosa?
- ……………………….

Miré alternativamente para mis dos amigos, sentados en la cama de enfrente, buscando algún signo de aprobación en sus rostros.¡Santo Cielo! Este chico me está pidiendo que verbalice lo que deseo. Estará seguro de lo que pide. No será una broma o cámara indiscreta, pensaba yo. Me quejo de la estadística y del 80% de las mujeres en el sector sanitario y de golpe, me aparece, este regalo divino. Yo en la otra vida fui Santa.

- ¿Lo que quiera?
- ¡Pobre chico!ni en sus sueños más eróticos pudo imaginar lo que le va a suceder.
- A tu disposición quedo, mi turno ha finalizado.
- ¡Méteme en la cama!
- ¡Livia! Chilló Betty.

Vigorosamente me levantó en brazos, dejando al descubierto tras el blanco camisón todas mis piernas, y avanzó, mientras yo le rodeaba con el brazo libre su cuello. Con una sola mano, deshizo la cama, y me introdujo impetuosamente .Sentado a mi lado, deslizó sus manos sobre mis cabellos. Al llegar a mis hombros, los asió fogosamente y me tumbo de espaldas. Sus manos recorrieron quirúrgicamente mi piel, su boca enfrió mi elevada temperatura, y sus músculos descontracturaron los míos. Me deje ir……
Cuando mis constantes se normalizaron por quinta vez, recordé que en algún momento habíamos sido cuatro. Dirigí la mirada para la otra cama, y comprobé que ya sólo eran uno, un único cuerpo amalgamado distinguía desde mi posición, un único ritmo escuchaba. Regrese a mi amalgama y seguí disfrutando esta vez con el sonido en ON. Nunca se sabría quien era el autor de los jadeos.

Siempre había soñado con una orgía. Pero una orgía en el hospital. Pensé que a partir de aquel Martes (ni te cases, ni te embarques) tendría cuidado con lo que deseaba. Mi madre me había advertido de pequeñita: ¡Cuidado con todo lo que Dios te puede enviar!.
¡Cuánta razón en las palabras de mi madre!
Las entregas se sucedían y casi no daba tiempo a firmar los albaranes de recepción.¿ Y Dios no me iba a enviar una vitaminas milagrosas? Pues no. La doctora acudió al cabo de media hora con el diagnóstico en sus manos.

- Señorita ha sufrido un cambio hormonal de carácter inmunológico.
- ¿?
- Hablando coloquialmente tiene un subidón hormonal, que se traduce en una bulimia sexual.
- ¿Cómo?
- Que necesitará convulsivamente mantener relaciones sexuales constantemente.
- Ah, me deja usted mucho más tranquila si sólo es eso.
- Tendrá un brote sexual cada tres horas, y convulsivamente practicará sexo, para después arrepentirse durante la siguiente hora. Trastorno bulímico sexual.
- No se preocupe doctora, estoy acostumbrada a costarme con tres hombres diferentes diariamente.


…………Hay una pequeña luz al final de ese túnel. Escucho débilmente una voz que dice:

_ Parece que empieza a recobrar la consciencia.
_ Tranquila, respira, tranquila, todo ha pasado.

Pero, el trastorno…………., el enfermo sexy que………….., ha sido todo ………..

He estado inconsciente según cuentan una hora, y no he dejado de susurrar, jadear, expirar. Cinco veces han temido por mi vida , mi ritmo cardíaco subió a 180, otras cinco volvió a suceder lo mismo pero esta vez, emití sonidos, signo que les tranquilizó.


Besos extenuados.

Recomendación musical Jane Birkin y : http://es.youtube.com/watch?v=sHiMDB19Dyc

Lo más IN : El chico que rompe los corazones de las chicas de la Ciudad. El se tatuó el nombre más IN en el pecho, descubrirlo.
En la próxima entrega desvelaré el nombre auténtico de Mr. Big

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