miércoles, 31 de octubre de 2007

Doce Rosas (I) Rojas





DOCE ROSAS (I)ROJAS.


El Amor como hecho cuantitativo se desprestigia por la concepción idealizada de ser único y singular.¿Cómo somos más felices por qué nos quieran o por qué queremos ? Tras muchas lecturas científicas sobre la materia , y una involución hasta las mitocondrias , las preguntas se acumulan en mi cerebro..El origen neural y hormonal es el mismo. El amor romántico y el amor parental coinciden en el sistema nervioso. Ambos comparten una misma neurobiología y un fin evolutivo crucial: la perpetuación de la especie. Y no lo afirmo yo, sino Tobía Esch de la Universidad de Berlín y George B.Stefanos, Director del instituto de investigaciones neurocientíficas de la Universidad del Estado de Nueva York. Concluyendo que la visión que nos ofrece la literatura es el amor fundamentado en la entrega y el sacrificio, mientras que el amor que nos perfila la biología es el basado en el ánimo de supervivencia., quizás ahora me entiendo a mi misma.


Como todos sabéis soy una chica de letras, de esas que alguien una vez definió como la señorita Rottemayer, cuya pasión por la literatura la ha inducido al camino del amor entrega, sacrificio y pasión. Y a la que le ha costado tiempo y reposo, el entender, el porqué algunas personas a mi alrededor conseguían rápidamente el amor. ¿Cómo he llegado a la tesis?

Uno de mis ex ha vuelto a enamorarse. ¡Imposible! Pero si juró no volver a amar a una mujer en su vida. Pero si juró que la única había sido yo. Pero si juró que jamás volvería a sufrir como lo había hecho conmigo. Todos eses juramentos, todas esas verdades, como pueden ser ahora transformadas en antónimos.¿Algún juez aceptaría a tramite una demanda por daños y perjuicios del tiempo vivido ? Su amor fue real, pero aprendió conmigo a ocultar su amor biológico y transformarlo en amor literario, no sólo lo sintió, lo vivió contagiado por el virus de mi amor. Compartimos mi amor, vivimos mi pasión, perdimos mi amor. Y es ahora cuando ha aprendido a vivir su amor, su necesidad biológica, su necesidad de supervivencia, su necesidad de ahuyentar la soledad. Como diría Punset “el cerebro tiene sexo”, y el cerebro lo puse yo.


Si esto le sobreviene a alguien que quise y con él que conviví, puedo entender que es lo que a otras muchas personas le sucede. Su concepción del amor es biológica y si tienen la suerte de enamorarse de otro individuo con la misma noción, la relación será sempiterna.

Y que sucede con las otras almas en tránsito que danzamos alrededor del desamor. Un buen amigo mío me recomendaría una ración de serotonina. Yo espero sólo que en esa danza, mi pareja de baile crea todavía en el amor, que espere que alguien ilumine su esencia, esa que nadie confina, que sintonice con mi misma melodía, que vibre con mis ideas, que moje con mi lluvia, que camine con mi paso, que…..



Hoy te sentí cerca, tan cerca,

Mi alma intento tocarte, pero tú aislado en tu iceberg, me respondiste con hielo

Mi fuego luchó tenaz,

Mi rojo tiñó tozudo

Mi calor te buscó,

Hasta esas lágrimas invisibles para ti,

Cruzaron mi cuerpo buscándote desesperadamente

Y tú, tú, y sólo tú volviste a ignorar nuestro Amor.

Me muero,

Y sólo la muerte pondrá fin a mi pasión.

Y mientras muero, tú impávido permanecerás en el confín de los tiempos

Te quiero.


Besos pacientes.
P.D: He perdido una batalla, pero yo ganaré la guerra. XLXLXLXL

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