jueves, 25 de octubre de 2007

Vida y Esperanza


Me despierto, son las seis, va a comenzar la carrera. Voy para el sofá. Amanece entre neblina y bruma. Los primeros marineros salen por el espigón del puerto. Escucho a lo lejos, tras abrir el balcón, las sirenas de las lanchas en un punto indeterminado del océano bramando moderación. Me gusta la atmósfera londinense de esta mañana de domingo. La bandera preparada, los coches en la pole, comienza el espectáculo. La manta que me arropa y el café que me calienta son mis peores aliados contra la vigilia. ¿Acabaré otra vez en brazos de Morfeo?.

Un padre alcohólico expulsa de su hogar a su esposa y cuatro hijos, la mayor una chica de quince años, todavía escolarizada. Los jóvenes que lo cuentan se ríen. Les reprendo por el hecho.
También he amonestado a la cajera de mi súper, la causa, dejó colar a una clienta que resultó ser una compañera. (¡Hay que predicar con el ejemplo!). Menudo día, una chica aparca en doble fila, la recrimino porque intento dar marcha atrás y con malas maneras me dice que me espere. ¡Educación ,instrucción, formación, urbanidad, civismo ,sensibilidad, buenos modales, hasta un poco de Ilustración, suplico a gritos.
Y su pregunta resuena entre su lógica y mi raciocinio ¿Vamos a llorar, entonces? La cuestión es aclararles que entre la risa y el llanto, emociones primarias y básicas, existen otras gamas de elección. Aportan fríamente datos escalofriantes con una naturalidad cotidiana, de la situación de la familia, que era conocida por todo el entorno. Alcohol, pobreza, desarraigo, violencia, abusos, desestructuración familiar y emocional sería mi resumen. Lo sorprendente es como esos chicos me cuentan lo habitual y periódica que era la situación. Alguna vez he criticado la naturalidad con que algunos jóvenes consumían violencia televisiva. Paradoja, ¿Cómo no? si la mayoría de las veces, como este caso demuestra, la realidad supera la ficción.
Mi conciencia no se tranquiliza, sucede este drama fuera de mi Ciudad, en los suburbios que la rodean.

Vuelvo del pequeño sueño. Hamilton se ha salido. La realidad vuelve a superar la ficción. Anoche Kimi y Alonso soñaban con un milagro. Hoy ha sucedido. Me gusta Kimi , y a Kimi le gusta el alcohol. Tremendas las relaciones e interconexiones de mi subconsciente en el sueño. Los datos se entremezclan e interrelacionan superponiéndose historias reales de la vida de los otros. ¿Alguna vez estaré preparada para vivir la mía? ¿Será en ese momento cuando mi relación con Mrs. Big se consolidé y perpetué? Y mientras tanto……………bueno me queda la Fórmula Uno, como a Kimi y Fernando, mientras hay vida hay esperanza. Hoy han conseguido un primero y un segundo. ¿Y yo? Yo al final de la tarde me encontré. En el cine de la Ciudad, ponían _ “2 días en París” Increíble, maravillosa, pero sobre todo tengo que acordarme de demandar al guionista. Ha plagiado mi vida. Mi alter ego, la actriz francesa, se reflejaba en la peli como hermana de sangre, quizás, como hermana gemela. Otra vez mi realidad supera la ficción. Si queréis entenderlo sólo tenéis que verla.

Besos de Cine.


Recomendación cinematográfica: Últimamente he leído mucho y la verdad, todo, bastante mediocre. Por eso os recomiendo Cine. En las Salas Polares, hay muy buen cine. La Señal, de Darín. (Un actor por definición ) y muchas otras.

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