jueves, 6 de diciembre de 2007

El Cortar y Pegar Se Va Acabar

Internet ha entrado en nuestras vidas. Vaya afirmación tan manida. Todos utilizamos a diario buscadores. Y muchas veces solucionamos trabajos, dossieres, informes, con ayuda de la técnica tan de moda de “Cortar y pegar”

Hasta ahí todo correcto.¡ Que lance la primera piedra quien no ha pecado!. Pero también en mi afán detectivesco he descubierto las miserias morales de la fauna que habita estos lares.

Nos acordamos todos de un episodio bochornoso en este nuestro país que le sucedió a una presentadora de audiencia millonaria cuando fue descubierta y acusada de contratar a un “negro”. Añadamos también a algún famoso escritor denunciado por plagio. El efecto boomerang llego a la Red. Y al igual que sucede muchas veces con la información sobre la violencia de género, sucedió en este caso, incrementando el número de plagiadores que brotaron como las setas en un octubre lluvioso. Lectora, como algunos sabéis ávida, que no crítica, he recordado textos y textos, párrafos y párrafos, líneas y líneas, palabras y palabras.
Y de esta triste forma descubrí como uno de mis íntimos Cyrano de Bergerac , era un plagiador. La pregunta asaltó de inmediato mi cerebro ¿Cómo contar a mis allegados, que el individuo con él que de cuando en vez mantenía sexo era un plagiador ?Ridícula podía resultar la situación, una mujer como yo, puede asumir que el hombre con que se acuesta sea, casado, fetichista, católico, hasta bisexual, pero amigas mías, plagiador. No, no, hasta ahí podíamos llegar. Un plagiador en mi cama. Os imagináis, cuando me recita frases de pasión, no poder pensar en lo normal que pensamos todas las mujeres. La mayoría sabemos que son clichés que utiliza siempre en la cama, sin personalización nominal, para no equivocarse. Todas podemos asumir, eso. Pero que eses clichés sean de otros autores, o autoras. No, por favor, casi prefiero conocer al original y meterme en la cama con él.


¡Cómo eres exclama una amiga mía, te estás volviendo con los años una sibarita! ¡él mío sólo plagia las onomatopeyas que escucha en el canal porno, por lo menos el tuyo , los le en textos serios y literarios !.

Sonrío, y no dejo de pensar que desde ese punto de vista tiene razón, o quizás no, yo hubiera preferido que gimiese hiperventilado, como suelen hacer los buenos actores, y no descubrir su mediocre plagio. Y lo peor todo por su afán competitivo.

Definitivamente, soy bastante exigente, y eso me pasa por ir a la cama con uno que habla. La recomendación de una buena amiga es que sean muditos.

Los hombres lo más callados posibles, querida, para lo que tienen que decir. Ellos han nacido para la acción. Así que a partir de ahora, los viejos roles, y " Zapatero a tus zapatos".

Besitos mudos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jooojoojo

grande, como siempre.

Lo de los recuerdos... qué complicado es que sean siempre bonitos. Lo mío es simple terapia.

besos